La mejor forma de visitar las calles pequeñas e inclinadas de Dalt Vila es a pie. Por estas históricas calles adoquinadas llegarás hasta lo más alto, donde podrás gozar de unas vistas espectaculares de la isla entre las aberturas de los baluartes que la rodean. La puerta principal, Portal de Ses Taules, te espera majestuosamente flanqueada por estatuas romanas para que empieces un recorrido único por la historia de este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La ciudad amurallada de la isla blanca guarda tras sus muros un importante patrimonio cultural de gran valor artístico, histórico y arqueológico. Desde los baluartes de la fortaleza las vistas son maravillosas, sobre todo si se sube hasta la plaza de la Catedral, dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, patrona de Ibiza. Abajo brillan las cúpulas de la Iglesia de Santo Domingo y a la izquierda se puede apreciar la principal plaza de la ciudad, Vara del Rey.

Además de los tesoros históricos de esta ciudad, en Dalt Vila podrás encontrar restaurantes donde  saborear su gastronomía tradicional así como comercios y pequeñas tiendas con obras de artesanos locales.